Donde hay luz también existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?
(Heinrich Lübke)

La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve.
(Herni Dominique Lacordaire)

jueves, 25 de marzo de 2010

El lenguaje del Cuerpo

Una persona es la suma total de sus experiencias vitales, cada una de las cuales está grabada en su personalidad y en la estructura de su cuerpo. Igual que un leñador puede leer la vida de un árbol en una sección de su tronco, se puede leer la historia de la vida de una persona a través de su cuerpo.
Alexander Lowen, Bioenergética.



Todavía hoy desgraciadamente seguimos sin entender la enfermedad de nuestro cuerpo como un camino hacia nuestro propio crecimiento.
Desde un simple resfriado, pasando por pequeñas infecciones, problemas crónicos y hasta enfermedades temibles tales como el cáncer, seguimos aun manteniendo un enfoque tradicional donde sólo vemos cuerpo físico y síntomas que paliar, con la ingenua idea de que así solucionamos el problema.
Si queremos estar bien de verdad, no podemos olvidar que no somos una mente desconectada de un cuerpo, ni siquiera olvidar que hay algo dentro de nosotros mismos que es nuestro yo superior o nuestra alma o espíritu o como desees llamarlo, da igual, porque es sólo un nombre.
La enfermedad es el eslabón final de un conflicto emocional en nuestro interior, es la última consecuencia que da la cara claramente y puedes elegir entre conocer el lenguaje de tu cuerpo, entender qué te quiere mostrar esa enfermedad, qué hay dentro de ti que te ha llevado a ese punto, o bien, puedes callar el dolor, huir de él con miedo y prontitud y hacer lo que sea para que desaparezca.
En el primer caso puedes ver una oportunidad para conocerte mejor a ti mismo, para crecer y cambiar lo que no funciona bien dentro de ti, desde este planteamiento hasta puedes sentirte agradecido porque gracias a esta enfermedad has sido consciente de cosas en ti que antes no reparabas en ellas.
En el segundo caso, buscas todo lo externo que tengas a tu alcance para eliminar el dolor, el malestar, hasta lo podrido que hay en tu interior, viendo la enfermedad como una desgracia, como una injusticia, sintiéndote víctima de la vida, totalmente pasiva sin saber, porque lo has olvidado, que tú puedes sanarte a ti mismo.

2 comentarios:

  1. todo esto es muy interesante,y hay que ponerlo en marcha,me gusta leer tus publicaciones,sigue asi yo tambien te sigo

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  2. "Podemos protegernos de las desgracias que nos envía el Cielo, pero no así de las desgracias que atraemos nosotros mismos"

    Práctica zen "Despertares"

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