Donde hay luz también existe la sombra. ¿Dejaré de amar la luz porque produce sombras?
(Heinrich Lübke)

La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve.
(Herni Dominique Lacordaire)

domingo, 15 de mayo de 2011

Para mi querida rosa roja...


Ahora tiene la mirada perdida, sus brillantes ojos verdes siempre te invitan a perderte en ellos cuando te mira…

En este momento tiene la mirada triste, una verdadera pena, porque cuando su corazón sonríe, sus ojos iluminan el lugar donde ella esté; no sé si es consciente.

Los primeros rayos de luz de la mañana la buscan, y cuando la encuentran la miman, la abrazan, se funden con ella transmitiéndole todo su amor, amor enviado desde el mismísimo Sol… Tampoco sé si ella es consciente.

Parece estar preocupada. Cuando la veo así me transmite una sensación de intranquilidad, y pienso… Si ella se viera tal y cómo la veo yo, sería la Reina de la Felicidad…

He aprendido mucho de ella y con ella, me ha ayudado el hecho de haberla conocido como jamás podrá imaginar… He tenido el placer y el honor de escuchar mucha sabiduría de sus labios, sabiduría que si de otros labios hubiera salido no habría calado en mi, pero ella me ha dejado huella… Ella es muy especial, es única.

¿Qué le ocurre a mi rosa roja? Sí, para mi es como una rosa roja. Dulce y sensible, pero llena de pasión y desenfreno, a veces tierna, a veces salvaje… Y también tiene sus espinas… Sus espinas la protegen de quien ella crea que puede hacerle daño. Fuerte y frágil a la vez, es como una rosa roja… Bella, suave, pero no te acerques demasiado. Ella pone los límites, y no dudes respetarlos.

Mi dulce y apasionada rosa roja, con el Poder latente de una Reina de la Felicidad, se encuentra perdida, insegura, como en un laberinto completamente desconocido, lleno de trucos, engaños y bromas de mal gusto, y no ve quién le tienda la mano para ayudarla a encontrar la salida…

Lo que no sabe es que cuando ella todavía está dormida, soñando con una salida, las gotas de rocío que la cubren, la empapan con su amor, al igual que los rayos del sol, y no es sólo amor… Es un amor inteligente y sabio, que le susurra la respuesta, cada madrugada le susurran la respuesta al oído mientras ella duerme… Así pues, ella sabe la respuesta, sabe el camino de salida, esa mano ausente que la guiase, la lleva dentro… Aunque no sé si es consciente.

Lo que sí sé es que está a un paso de ser consciente de todo ésto, hace tiempo que ya la veo brillar cuando la miro, ya oigo cantos de alegría cuando la escucho, y cuando camina es como si fuera escoltada por la Guardia Imperial, aunque ella no lo sienta. Lo sabrá, lo sentirá, a su debido tiempo, pero pronto…

Descansa en los brazos del Universo pequeña rosa, él se hará cargo de todo… Tú solo tienes que ocuparte de existir… y disfrutar esa existencia.

sábado, 10 de abril de 2010

TU TIENES EL RELOJ, YO TENGO EL TIEMPO entrevista realizada por VÍCTOR-M. AMELA a:



MOUSSA AG ASSARID,



No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

- ¡Qué turbante tan hermoso...!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.

- ¿Por qué?

- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda...

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa.... Entendí: mi madre estaba ayudándome...

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di.. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...

- Fascinante, desde luego...

- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...

- Qué paz...

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

jueves, 25 de marzo de 2010

El lenguaje del Cuerpo

Una persona es la suma total de sus experiencias vitales, cada una de las cuales está grabada en su personalidad y en la estructura de su cuerpo. Igual que un leñador puede leer la vida de un árbol en una sección de su tronco, se puede leer la historia de la vida de una persona a través de su cuerpo.
Alexander Lowen, Bioenergética.



Todavía hoy desgraciadamente seguimos sin entender la enfermedad de nuestro cuerpo como un camino hacia nuestro propio crecimiento.
Desde un simple resfriado, pasando por pequeñas infecciones, problemas crónicos y hasta enfermedades temibles tales como el cáncer, seguimos aun manteniendo un enfoque tradicional donde sólo vemos cuerpo físico y síntomas que paliar, con la ingenua idea de que así solucionamos el problema.
Si queremos estar bien de verdad, no podemos olvidar que no somos una mente desconectada de un cuerpo, ni siquiera olvidar que hay algo dentro de nosotros mismos que es nuestro yo superior o nuestra alma o espíritu o como desees llamarlo, da igual, porque es sólo un nombre.
La enfermedad es el eslabón final de un conflicto emocional en nuestro interior, es la última consecuencia que da la cara claramente y puedes elegir entre conocer el lenguaje de tu cuerpo, entender qué te quiere mostrar esa enfermedad, qué hay dentro de ti que te ha llevado a ese punto, o bien, puedes callar el dolor, huir de él con miedo y prontitud y hacer lo que sea para que desaparezca.
En el primer caso puedes ver una oportunidad para conocerte mejor a ti mismo, para crecer y cambiar lo que no funciona bien dentro de ti, desde este planteamiento hasta puedes sentirte agradecido porque gracias a esta enfermedad has sido consciente de cosas en ti que antes no reparabas en ellas.
En el segundo caso, buscas todo lo externo que tengas a tu alcance para eliminar el dolor, el malestar, hasta lo podrido que hay en tu interior, viendo la enfermedad como una desgracia, como una injusticia, sintiéndote víctima de la vida, totalmente pasiva sin saber, porque lo has olvidado, que tú puedes sanarte a ti mismo.

sábado, 13 de marzo de 2010

Tejiendo felicidad...


Doce consejos para tejer nuestra felicidad.



La felicidad futura depende de que ahora mismo yo decida ser todo lo feliz que pueda.

No caer en la trampa de malograr mi presente con lo negativo del pasado, ni inquietándome demasiado por el futuro incierto.

Es inútil pretender cambiar a las personas, cosas o circunstancias: soy yo quien debe cambiar respecto de ellas.

Felicidad es igual a libertad interior. Hay que huir de las ataduras de lo banal y superfluo.

La felicidad es el primer derecho y deber de cada persona, pero pocos saben ser felices.

Para la persona feliz cualquier tierra es su patria pues la felicidad la lleva consigo.

Para ser feliz hay que optar por la felicidad como única opción posible.

Nadie puede ser feliz mientras dependa de los juicios y opiniones de los demás.

Hay que proporcionarse cada día alegría y felicidad en dosis masivas, imporvisándola si es necesario, por más que nos falten las fuerzas y ganas.

Nadie puede ser feliz si sufre o se lamenta por lo irremediable o por lo que podría ser desgracia o desastre y, probablemente nunca ocurra.

Una vida llena de facilidades, sin oportunidad para enfrentarse a dificultades, probablemente incapacita para saber vivir y ser feliz.

La persona feliz es inteligente pues alimenta su mente con ideas positivas y de esperanza, vive cada instante plenamente y proyecta sobre los demás su propia felicidad. ¿Hay prueba mayor de verdadera inteligencia?

miércoles, 10 de marzo de 2010

El Helecho y el Bambú





Un día decidí darme por vencido…renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi espiritualidad… quería renunciar a mi vida. Fui al bosque para tener una última charla con Dios.

"Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón para no darme por
vencido?" Su respuesta me sorprendió…

"Mira a tu alrededor", El dijo.
"¿Ves el helecho y el bambú?"

"Sí", respondí.

"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú".

"En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.

"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié." Me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante. Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 100 pies de altura. Se la había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir".

"No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar" Él me dijo. "¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?"

"No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti.No te compares con otros" Me dijo. "El bambú tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso".

"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"

"¿Qué tan alto debo crecer?" Pregunté.

"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" Me preguntó en respuesta .

"¿Tan alto como pueda?" Indagué.

"Sí". El dijo. "Dame Gloria al crecer tan alto como puedas".



Espero que estas palabras puedan ayudarte a entender que Dios nunca renunciará a ti.

Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida. Continúa…

La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante,
Pero solo Dios te mantiene caminando...

Cómo mantenerse JOVEN




1º. Elimina los números que no son esenciales. Esto incluye, la edad, el peso y la altura. Deja que los médicos se preocupen de eso.

2º. Disfruta con amigos divertidos. A los depresivos, intenta animarlos con tu humor.

3º. Aprende siempre: Aprende más sobre ordenadores, arte, jardinería, o lo que sea. No dejes que tu cerebro se vuelva perezoso. "Una mente perezosa es la oficina del Alemán". Y el nombre del Alemán es: ¡Alzheimer!

4º. Aprecia más las pequeñas cosas.

5º. Ríe muchas veces, durante mucho tiempo y muy alto. Ríe hasta que te falte el aire. Y si tienes un amigo que te hace reir,... ¡pasa mucho, mucho, mucho tiempo con él!

6º. Cuando las lágrimas aparezcan: aguanta, sufre y supéralo. La única persona que se queda con nosotros toda nuestra vida, somos nosotros mismos. VIVE mientras estés vivo.

7º. Rodéate de las cosas que amas: La familia, los animales, las plantas, tus hobbies,... o lo que sea. Tu hogar es tu refugio.

8º. Cuida tu salud: Si es buena,... manténla. Si es inestable,... intenta mejorarla. Si no consigues mejorarla,... busca ayuda.

9º. Viaja, toma el sol, pasea por el monte, visita un país diferente, en definitiva,... intenta, cuando puedas, salir de esa rutina diaria.

10º. Díle a las personas que amas, que las quieres en cada oportunidad que tengas.

SUEÑA CON LO QUE QUIERAS SOÑAR;
VE A DONDE QUIERAS IR;
SÉ SIEMPRE LO QUE QUIERAS SER;
AMA INTENSAMENTE;
Y POR FAVOR... SONRÍE.
LA AVENTURA DEL MAÑANA...
APENAS ACABA DE EMPEZAR.

viernes, 5 de marzo de 2010

Unas cuantas Verdades

Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland , Ohio

Para celebrar la llegada a mi edad avanzada escribí unas lecciones que me ha enseñado la vida.

* La vida no es justa, pero aún así es buena.

* La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.

* Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto..

* No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
* Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.

* Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.

* Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.

* No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.

* Respira profundamente. Eso calma la mente.

* Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
* Lo que no te mata, en realidad te hace más fuerte.
* Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz.. Pero la segunda sólo depende de ti.

* Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.

* El órgano sexual más importante es el cerebro.
* Nadie es responsable de tu felicidad, sólo tú.

* Enmarca todo supuesto "desastre" con estas palabras: "En cinco años, ¿esto importará?"
* Perdónales todo a todos.

* Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
* El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.

* Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.

* No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.

* No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.

* Llegar a viejo es mejor que la alternativa..... morir joven.

* Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.

* Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.

* La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.

* Lo mejor está aún por llegar.

* No importa cómo te sientas... arréglate y preséntate.

* Cede.

* La vida no está envuelta con un lazo pero sigue siendo un regalo.